Aunque en el mundo automovilístico se habla desde hace tiempo sobre los turbos, aun es un concepto que para algunos conductores es algo un poco nuevo; tanto que desconocen que es un elemento que amerita de cuidados y un trato particular. Si no se le da el mantenimiento pertinente, podría durar incluso menos que un motor atmosférico de gasolina o diésel.
Que el turbo sufra alguna rotura podría ocasionarle serios daños al conjunto mecánico completo, lo cual sería muy caro. Siguiendo algunos consejos es posible mantener el motor funcionando de manera óptima y evitarse las molestas averías:
No dejar en ralentí el coche al arrancar: al igual que para otros componentes del coche, para el turbo es esencial la lubricación. Para ello, se espera a que la temperatura llegue al mínimo requerido, para que alcance a cubrir con aceite sus diversos componentes; es mucho más esencial si el vehículo está frío. Cuando se pone en marcha, sin esperar por eso, se pueden generar desperfectos por rozamientos en diferentes áreas; a largo plazo llegarían a romperse y haría falta reemplazar el turbo.
No arrancar sin tener que pisar el acelerador: para cualquier motor de inyector es aplicable este hábito, mientras que debe evitarse en los diésel, debido a que diversas piezas del motor son sometidas a trabajar más de lo establecido y ello acorta su duración a largo plazo. Los componentes de estas máquinas son muy pesadas y tienen una mayor compresión; el turbo se ve muy perjudicado porque se pone a trabajar muy duro sin haberse lubricado.
No exigir al motor en frío y dar acelerones: si se pisa el acelerador a fondo, es posible que diversas piezas de la máquina sufran averías por no haberse lubricado a tiempo, entre ellas una de las más afectadas es el turbocompresor. Al estar el motor en frío es recomendable que no se suba de las 2.000 revoluciones, aparte también se debe presionar con cuidado el acelerador.
Dejar que el turbo repose antes de pagar el coche: antes de retirar el contacto es recomendable que el turbo pueda descansar un poco antes de apagar el motor, sobre todo si se ha mantenido la velocidad en una carretera. Con solo unos minutos será suficiente, al apagarlo de inmediato se carboniza el aceite que ha quedado en su interior, ello sucede porque se detiene la lubricación con la turbina teniendo una temperatura muy alta.
Cuando las reparaciones no son suficiente y se debe realizar un cambio, es posible comprar motor desguace audi, Jeep, Hyundai, etc., debido a que el coste será mucho menor que una tienda común. Aparte, hay empresas que tienen acceso online, lo cual es mucho más práctico en cuanto al tiempo y la movilidad.